Hay ocasiones en las que, al quitar una palabra de un discurso, el mensaje de éste cambia drásticamente. En otras ocasiones permanece intacto.


Esta figura retórica es definida por la RAE como: omisión intencionada de algún elemento del discurso para suscitar determinados efectos en el lector.
Es una herramienta muy útil porque además de hacer concreto el mensaje al retirar algún elemento sintáctico, éste no se pierde sino que se entiende por el contexto.
Veamos el siguiente ejemplo:
Frase sin los elementos omitidos:
Yo saque 70 de calificación, Juan sacó 100 de calificación.
Frase con los elementos omitidos (elipsis):
Yo saqué 70 de calificación, Juan sacó 100
En conclusión podemos afirmar que es una herramienta valiosa, cuando es utilizada adecuadamente, recordemos que lo único que debemos cuidar es que la idea que se quiere comunicar siga existiendo.
Artículo publicado originalmente en Tmdistrito34.org
Bibliografía
http://dle.rae.es/?id=EXdQDDL
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