Personajes como: Benito Juárez, George Washingnon, Alejandro Magno, Jesus el Cristo, Sidharta Gautama, Teresa de Calcuta, Napoleón, Gandhi, Luther King, Mandela, entre tantos y tantos más que se han convertido en iconos de nuestras sociedades, quedando plasmados en los libros de la historia para ser recordados a través de los milenios.

Todos ellos siguen vivos en la mente y en los corazones de los seres humanos, todos ellos muy diferentes entre si, sin embargo tenían algo en común que les permitió, a cada uno, alcanzar la inmortalidad.

Al observar los registros de la historia, podemos ver que el camino, en ninguno de los casos fue sencillo; en determinado momento de su travesía, donde cada uno de ellos se encontró con una realidad paralizante, aplastante y sobre todo llena de rémoras emocionales, murallas ideológicas y de todo tipo de obstáculos que en un principio parecieran inquebrantables; lograron vencerse a si mismos para poder entonces ir más allá de lo que, en ese momento, ningún otro ser humano hubiese ido.

Podemos ver que todo hombre o mujer que ha trascendido a través de la historia, se han convertido en una fuente de inspiración inagotable para los contemporáneos y sin lugar a dudas para las generaciones consecuentes, puesto que ellos han roto con los paradigmas existentes, han elevado a lo sublime sus acciones, han atravesado las solidas barreras que les impedían el paso hacia su propia evolución y por ende la evolución misma de los pueblos.

Se han convertido en punto de partida para el progreso, pues las nuevas generaciones habrán de superar a las anteriores, y es por ello que la verdadera inspiración no es el logro en si, sino todo lo que nuestros sobresalientes antepasados tuvieron que vivir para poder materializar su sueño, su meta, su visión.

En la actualidad y al mirar el pasado, junto con las proezas de estas ilustres figuras de la humanidad, hacen que me pregunte ¿Soy fuente de inspiración para los demás? ¿En mi trabajo, en mi actuar diario, qué inspiro a mis iguales? ¿Es acaso amor, alegría, entusiasmo, motivación, o es tristeza, decepción, coraje?

Podemos decir que hemos logrado grandes cosas, que hemos conseguido grandes puestos, experiencias y aún más importante un buen patrimonio para "los míos" pero aquí surge la pregunta ¿Ello es ser líder? ¿Eso es liderazgo? Al ver a mi hijo, a mi amiga, o a mi colega ¿Puedo ver en sus ojos qué es lo que inspiro en él o ella?

Amigo lector, este artículo fue creado, precisamente, con el objetivo de implantar la semilla que tiene por esencia los anteriores cuestionamientos, ya que al día de hoy lo que se necesita son personas que, verdaderamente, sean luz en el mundo y cimientos de la evolución de la misma humanidad.

Todos los grandes personajes tuvieron un sueño, una visión, todos ellos tuvieron un ideal que les impulsará a seguir caminando en el sendero de la vida, sin importar lo que los demás decían, se enfrentaron incluso a sus propias conversaciones, a sus propios miedos, a aquellas "voces" que en el interior de cada uno les decía que "no iban a poder", se enfrentaron al "que dirán”.

Es por ello que nacen las preguntas que tienen que ver con el liderazgo como fuente de inspiración: ¿Estas dispuesto a vencerte a ti mismo?, ¿A romper paradigmas?, ¿A ser fuente de inspiración a través de tus actos y tus hazañas?

Palabras Clave: Líder, inspiración, líder como fuente de inspiración.