Evitar las malas actitudes y procurar las positivas, es uno de los retos más importantes que enfrenta todo líder, puesto que tienen el poder de levantar y elevar hasta el mismo cielo a una persona, un equipo o a toda la empresa, así mismo puede derribarlo todo y llevarlo hasta las más negras y abismales profundidades del fracaso.

Detecta las actitudes que pone en riesgo al equipo
Lo cierto es que una mala actitud se desarrolla y se contagia más rápido que una buena, es por ello que el primer paso para enfrentar y vencer este desafío es detectar las pésimas actitudes como: la crítica insana, el yo y solo yo, el "yo no me equivoco", culpar a los demás, quejarse constantemente, El elitismo, la burla insana, la creencia de que todos me deben obedecer, entre otras más. A continuación hablaremos de las primeras 3.
La crítica insana: Una persona con esta actitud es fácil de identificar, ya que ningún compañero “esta en lo correcto” o “hace las cosas como debiese”.
El yo y solo yo: ¿Has tenido compañeros de trabajo o de equipo que piensan que sin ellos todo se desmoronaría, que solo ellos son los responsables del éxito?
El "yo no me equivoco": Una persona con esta actitud es una persona que siempre esta en conflicto con alguien más, puesto la culpa siempre es de alguien más.
Toma acción consciente y proactiva
El siguiente paso es tomar acción consciente y proactiva para combatir una actitud negativa. Esto significa que al enfrentarte con una actitud inservible para el bien del equipo, necesitarás hacer uso de las herramientas que tenga a tu disposición, evitando a toda costa actuar en base al miedo.
La comunicación consciente y la responsable, la escucha activa, la Inteligencia Emocional aplicada, una sonrisa, la prudencia, el silencio mismo; son algunas herramientas que te recomiendo desarrollar para combatir este reto.
Procura las actitudes positivas
Tal vez la mejor estrategia es fomentar un buen ambiente en el equipo, sembrar la semilla de las actitudes positivas que permiten el deseo de superación y otras formas de interacción entre los miembos de tu equipo.
En este sentido existen muchos recursos para incubar y cuidar la maduración de las actitudes correctas que aporten al equipo o a la empresa. Por ejemplo: un recurso valioso es la sana convivencia entre los integrantes, ya que permite conocerse entre si, ayuda a generar mayor confianza, abre la conversación para tratar áreas de oportunidad en ambientes controlados, el sentimiento de compañerismo y de familiaridad se fortalece.
Por último
Recuerda que es mejor detectar y tratar una actitud negativa lo antes posible, pues entre más tiempo pasa, ésta se arraiga con mayor intensidad en los corazones y pensamientos de los integrantes de tu equipo. La mejor estrategia será, siempre, procurar las actitudes positivas y, como lo comente anteriormente, no actuar en base a "miedos", fluye y disfruta de las experiencias con tu equipo.
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